No intentes salvar el mundo entero ni hacer nada grandioso.
Abre, en cambio, un claro en el denso bosque de tu vida
y espera allí con paciencia,
hasta que la canción que es tu vida
caiga en tus manos ahuecadas
y la reconozcas y la acojas.
Solo entonces sabrás cómo darte
a este mundo
tan merecedor de rescate.
Texto original en inglés: Martha Postlewaite, Clearing