Hasta que no dejemos
de rechazar o huir
de nuestra sombra
y aprendamos
a sacarla a la luz
de nuestra consciencia
aceptándola
cómo un huésped más
que ha venido
no para hacernos daño
sino porque
no tiene otro lugar
a dónde ir
admitiéndola
en el hogar de la presencia
y abrazándola
con nuestro corazón
amable y compasivo
sólo así
terminando su viaje,
“experimentará
una muerte hermosa
en nuestros brazos,
disolviéndose
en la luz de nuestra consciencia
plena y amorosa”.
Texto: Ibicenia
Inspiración y último fragmento: Jeff Foster