¿Qué es la verdadera abundancia?
No es obtener lo que quieres, no es llenar una ausencia. No tiene nada que ver con el dinero que tienes en tu cuenta bancaria o propiedades a tu nombre.
La verdadera abundancia es abrirnos a cada momento, darnos cuenta de la magia que hay a nuestro alrededor.
Como decía Einstein: “Hay dos formas de ver la vida: que no existe el milagro o que todo en esta vida es el milagro”.
La abundancia es recordar quién eres. Es volver a casa, volver al hogar de la presencia.
Cómo dice Jeff Foster:
“La abundancia no es el dinero que tienes en tu cuenta, los trofeos que acumulas en tu estantería, las carta que llegan a tu nombre, la lista de metas que has cumplido, la cantidad de gente conoces, tu cuerpo perfecto o los fans que te adoran.
La abundancia es tu conexión con cada respiración, con cada aliento. Lo sensible que eres a la más mínima sensación y emoción en el cuerpo.
Es el placer con el que saboreas cada momento único, la alegría con la que le das la bienvenida al nuevo día.
Es tu corazón abierto de par en par y cuánto te conmueve día a día el amor que te rodea; tu predisposición a abrazarlo todo, a acoger lo que sea que necesite ser acogido. Es la frescura de cada mañana, libre de la carga que suponen los recuerdos o las falsas esperanzas.
La abundancia es la sensación de la brisa de la tarde en tus mejillas, el calor del sol sobre tu rostro. Es encontrarte con los demás en el terreno de la honestidad y la vulnerabilidad, conectando más allá de la historia, compartiendo lo que está vivo.
Es tu arraigo en el momento presente. Dándote cuenta de que siempre estás en casa sin importar lo que ocurre si lo importante es importar si has ganado o has perdido. Es tocar la vida justo en el lugar donde se crea.
La abundancia es la simplicidad. Es la bondad. Eres tu antes de cada amanecer, fresco, abierto, despierto.
Eres rico, amigo mio. Eres rico.”
Te invito cerrar los ojos por un instante. Conectando con toda la abundancia de este momento presente. Dándote cuenta que nada le falta a este momento. Un nuevo día que se te da de forma gratuita para saborear todo lo que la vida te ofrece.