Cuatro estaciones
Cuentan que una vez, un hombre muy anciano, cansado de escuchar las quejas de sus cuatro hijos, y de ver cómo juzgaban a otros hombres constantemente, decidió darles una lección.
Cuentan que una vez, un hombre muy anciano, cansado de escuchar las quejas de sus cuatro hijos, y de ver cómo juzgaban a otros hombres constantemente, decidió darles una lección.
En una aldea lejana vivía un campesino. Un día el campesino fue al mercado y compró una magnífica yegua, gastando lo que había ahorrado durante muchos años de su vida.
Buda se encontraba transmitiendo sus enseñanzas a un grupo de discípulos cuando, de pronto, un hombre se le acercó e insultó, incluso parecía tener intención de agredirle.
Un hombre de cierta edad fue a una clínica para hacerse curar una herida en la mano.
Un sabio budista convocó un concurso de pintura al que acudieron muchísimos artistas de todos los reinos.
Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.
Hace mucho, un anciano campesino, harto de tener que sufrir para proteger su campo de las tormentas o la sequía, decidió hablar con Dios
Cuentan que un joven visitó un día a un sabio maestro del budismo. Necesitaba entender por qué se sentía tan poco valorado.
Cuentan que un día Buda estaba sentado en la ladera de una montaña, meditando
Cuentan que una vez, un hombre muy anciano, cansado de escuchar las quejas de sus cuatro hijos