“Un pájaro posado en el árbol

no tiene miedo

de que la rama se rompa

porque su confianza

no está en la rama

sino en sus propias alas”.

Proverbio

Hoy hablamos de (auto)confianza, otra actitud fundamental de mindfulness. 

Es imposible convertirse en otra persona. Por lo tanto tenemos que intentar ser nosotros mismos cada vez más plenamente, de valorarnos y de creer en uno mismo.

El enemigo más cruel de la autoconfianza es la autocrítica. Nos hace sentir inseguros y activa el mecanismo de protección contra amenazas, bloqueando los centros de aprendizaje de nuestro cerebro y dejándonos sin recursos para responder con efectividad.

Las tres formas de cultivar la autoconfianza.

1. Postura corporal. Los estudios de investigación confirman la relación que hay entre nuestro cuerpo y cerebro y parece ser que cuánto más abierta, segura y firme es nuestra postura y gestos, más confianza desarrollamos.

Te invito ver esta charla TED sobre el lenguaje corporal.

2. Cambiar la voz crítica por la voz compasiva. Imaginando cómo hablarías con tu mejor amigo. Posiblemente no le dirías : “Eres un perdedor. Nunca llegarás a nada”. Es más probable que le apoyarías y le ofrecerías tu cariño y esforzarías para ayudarle. O también puedes imaginar a alguien que te quiere incondicionalmente, aceptándote tal y como eres, o desarrollar la imagen de ti mismo/a en el futuro mucho más sabio y compasivo.

Meditación: “Descubrir tu voz compasiva”.

3. Trabajar el autoaprecio. Reconocer que tenemos cualidades positivas. Apreciar nuestras fortalezas. Cuando nos valoramos a nosotros mismos, también estamos valorando todas las causas, condiciones y personas – incluyendo amigos, padres y maestros – que nos ayudaron a desarrollar esas cualidades. 

Meditación “Autoaprecio” 

“Nuestro más profundo temor no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo se debe a que somos inmensamente poderosos. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta. Nos preguntamos: ¿quien soy yo para ser brillante, magnífico, talentoso, maravilloso? En realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Minimizarte no le sirve al mundo. Nacimos para manifestar la Gloria que está dentro de nosotros. Y al dejar que nuestra luz brille, inconscientemente ayudamos a los demás a que hagan lo mismo.”

Marianne Williamson