Retiro de vipassana: segunda parte

Tal y cómo os prometí, en esta segunda parte os hablaré un poco más sobre la técnica de Vipassana.

Vipassana significa visión profunda, sabiduría y dicen que precisamente ésta fue la práctica con la que Buda alcanzó el despertar espiritual. 

Pero Vipassana necesita preparación.

Primero, es importante cumplir los preceptos, SILA (“ética”, “moralidad”). Se habla de 5 preceptos básicos y universales: no matar, no robar, no mentir, no tomar intoxicantes que llevan a la pérdida de consciencia y abstenerse de conducta sexual incorrecta. Y precisamente para facilitarte su cumplimiento, en los retiros de vipassana la comida es vegetariana, no tienes contacto con sexo opuesto, no está permitido hablar ni fumar ni tomar alcohol etc.

La verdad es que es muy poco común que en clases de meditación te hablen de esta parte, inmediatamente pasas a la práctica. Yo tampoco lo suelo hacer. Pero después de pensarlo bien, creo que es un error porque si quieres desarrollar todo el potencial de tu mente, es importante que no esté oscurecida por nada. Es cómo preparar la tierra para que sea fértil, de la misma forma preparamos la mente. Por supuesto en nuestra vida cotidiana no siempre podemos cumplirlo a raja tabla pero pienso que es importante tenerlo en cuenta e intentar disminuir a medida que sea posible este tipo de acciones (físicas o mentales) dañinas. 

El segundo paso en el camino hacia Vipassana es la práctica de Anapana, lo que es lo mismo que atención a la respiración. Los primeros tres días y medio se dedican plenamente a esta técnica. Empezando por centrarte en la entrada y la salida del aire por las fosas nasales y cada vez haciendo más pequeño el foco de atención hasta concentrarte en un minúsculo triangulíto  que está entre la nariz y el labio superior. El objetivo de esta técnica es calmar la mente y lograr estado de profunda concentración, SAMADHI. 

Antes de Buda se pensaba que precisamente el estado de samadhi era objetivo principal de meditación pues cuando llegas a él, te inunde profunda sensación de paz y bienestar.  Pero por muy placentero que resulte (y te aseguro que puede llegar a ser muuuy placentero), no nos libera de sufrimiento porque no corta la raíz de sufrimiento que es la ignorancia.

De ahí que una vez tu mente esté preparada con Anapana, es el momento de empezar a practicar Vipassana para desarrollar PAÑÑA (sabiduría). 

La técnica de Vipassana consiste en realizar una especie del escaneo corporal partiendo desde la coronilla y bajando parte por parte hasta los dedos de los pies, observando todas las sensaciones que vayan surgiendo durante el recorrido y cultivando ecuanimidad perfecta reconociendo la ley universal de Anicca. Jajaja si no has entendido nada no te preocupes, ahora intentaré explicártelo todo. 

Al tomar consciencia de nuestro cuerpo, nos vamos encontrando con sensaciones neutras (hormigueo, calor, frío etc), sensaciones desagradables (tensión, presión, dolor etc), hacía las que es muy fácil crear aversión y rechazo, y sensaciones placenteras (relajación, vibraciones sutiles etc), hacía las que es muy fácil crear apego y deseo que duren más tiempo. Y allí es dónde tenemos que aprender a mantenernos muy tranquilos, muy estables, sin dejarnos atrapar ni tampoco huir, sino observando todo con calma y paciencia. A esto nos referimos con la palabra “ecuanimidad”. 

¿Y porque es tan importante? Si te quedas observando cualquiera de las sensaciones por unos instantes más, te darás cuenta de que no son nada estables, están en continuo cambio, en continuo movimiento, surgiendo y desapareciendo, por lo tanto por muy desagradable que sea la sensación sabes que “y esto también pasará”, y por muy agradable que sea la sensación, “y esto también pasará”. 

Y así desarrollamos la sabiduría que nos hace comprender la ley universal de impermanencia, Anicca, de que “todo cambia”.  Y que nos permite desarrollar paz y gran  fuerza interior para poder mantenernos tranquilos y estables en cualquier situación.

Y el último día de retiro se enseña la práctica de Metta, amor incondicional, con el objetivo de dedicar los méritos de tu práctica a otros seres. Si logramos verdadera paz y felicidad, es muy fácil caer en la tentación de quedárnoslas sólo para nosotros y para nuestros seres queridos. Está bien. Pero el verdadero camino de meditación, camino de Dhamma es el camino de generosidad, amor y compasión incondicionales e ilimitadas, de ahí la importancia de compartir todo lo que has logrado con otros seres. 

En la tercera e última parte, te contaré cuál fue mi mayor aprendizaje y que aportan  éstas prácticas a nuestra vida cotidiana.

May I be free from all anger, hatred, ill will and animosity…
May I generate love and goodwill, peace and harmony…
May all beings share my peace…
Share my harmony…
Share my merits…
Share my Dhamma…
May all beings feel happy…
Feel peaceful…
Feel liberated…
May all beings be happy, be peaceful, be liberated…

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Dhamma Sacca, Candeleda, Ávila
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