“Cuando haces las cosas desde tu alma, sientes un río moviéndose dentro de ti, una alegría.
Cuando la acción viene de otro lugar, el sentimiento desaparece”.
Rumi️.
No sé que tal a vosotros a mi el mes de junio me encanta. Los días son largos, todavía no hace el calor sofocante de julio, la naturaleza está más viva que nunca. Amo que en vez de alarma me despiertan los mirlos cantando.
Aprovechando el inicio del mes y la luna nueva éstos días busco alinearme con el ritmo de la naturaleza. Dejando que todo fluya, que las cosas simplemente sean cómo son, soltando lo que ya no necesito y sin adelantarme a lo que viene.
Al igual que la naturaleza intento funcionar con facilidad, sin esfuerzo ni fricciones. No es una posición pasiva ni mucho menos tan sólo aprendo a confiar en el despliegue natural de la vida y actúo en armonía con ella.
Cuándo decimos “estar en el momento presente” realmente nos referimos al “fluir con el movimiento presente” porque la vida no es sólo un momento, sino éste momento, éste y éste. La vida es un río más que un estanque.
A través de la respiración podemos conectar con el movimiento natural de la vida que se desarrolla aquí y ahora.
En el ritmo de mi respiración siento el baile de la vida, siento que estoy viva.
Y sobre todo intento conectarme con la intuición y la sabiduría del corazón.
Cuándo nuestras acciones están motivadas por el amor, verás que todo fluye sin esfuerzo, porque la naturaleza se mantiene unida con la energía del amor.
Cómo dice Jeff Foster en su poema: “Enamórate del lugar en el que estás”.